Un diseño arriesgado, no apto para todos los públicos
Sin duda lo primero quellama la atención es su tamaño. El móvil de Asus es grueso y pesado. Y para nada tiene un aspecto que pase desapercibido. Han copiado por completo la estética gaming de sus portátiles y periféricos, y hasta han incluido iluminación RGB personalizable en la parte de atrás, por si no quedaba claro a quién iba dirigido.
la pantalla: Se trata de una sorprendente pantalla AMOLED de 6 pulgadas. Quizás no es la mejor con la que nos hemos encontrado, pero su rendimiento sigue siendo bueno. Su tasa de refresco de 90 Hz es inferior a la que hemos visto en el Razer Phone, su competidor directo, y podía tener una representación de los colores algo más fiel, pero por lo general es una pantalla bastante buena.
Rendimiento Brutal!
Con un procesador Snapdragon 845 y 8GB de RAM, el teléfono vuela. Los juegos más exigentes van tremendamente fluidos, y por si nos faltase algo de potencia, Asus tiene un As en la manga: el modo X. Se trata de una función del teléfono que hace un overclock al procesador. Pero si vas a decidir activarlo, mejor que conectes el ventilador extra que incluyen con el terminal.
- s 8GB de RAM y su procesador Snapdragon 845 podrán mover lo que le eches. La batería tampoco está nada mal
- Los complementos que ha lanzado Asus junto con el terminal son bastante interesantes, y comprar un grip para sujetar el móvil mejor y mejorar la jugabilidad se antoja casi imprescindible.
- La estética es arriesgada y no convence a todo el mundo por igual.
- El precio sin duda es un handicap importante. Va a ser complicado convencer a mucha gente para pagar 900 euros por un móvil de estas características.